UN HOTEL RÚSTICO EN ST. MORITZ CON PIEZAS DE DISEÑO

Este hotel es un buen ejemplo de que la unión de lo rústico un toque de diseño puede resultar espectacular. El hotel construído en un chalet típico de montaña, con interiores y exterior de madera, consta de tan sólo 10 habitaciones e incluye un estupendo spa, pero lo que más llama la atención es la perfecta combinación del estilo rústico que aportan los suelos, paredes y techos de madera con la cantidad de piezas de diseño que alberga en su interior, la famosa chaiselongue LC4 de Le Corbusier, la silla CH24 Wishbone del comedor o La Chaise de los Eames de la zona de lectura. En definitiva un lugar genial en el que pasar unas vacaciones rodeados de nieve ideales para amantes del diseño.

















 imágenes via: weranda

FELIZ VIERNES Y...
A DISFRUTAR DEL FINDE!!

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